lunes, 2 de noviembre de 2009

Pa


Mi Otra dejó de amamantar a la pequeña en este fin de semana. No ha sido fácil. La Pequeña Otra llora, se desespera a veces, pero comprende que su "Pa" (así le llama) no volverá más. Nosotros lloramos con ella.
Ayer, antes de dormir, preguntó por la "Pa". Le explicamos que ya no habrá, que ha crecido y no la necesita más. Yo le propuse que diéramos un aplauso a esa "Pa" que tanto disfrutó.
Nos miraba seria, y entendía.

Entonces dijo: "Pa", luego hizo ese gesto de resignación con sus pequeñas manos, con las palmas hacia arriba, es gesto que quiere decir: Se acabó. Ya no hay. Y finalmente, aplaudió. Así varias veces: "Pa", manitas diciendo No hay, aplauso.
Yo estaba colmado de amor o de dolor o de ternura o de tristeza o de una emoción desconocida que reúne todo eso.
Si, amor. Un aplauso.

Benditos sean esos pechos que alimentaron a mi pequeña, que la arrullaron y la consolaron durante mucho más de un año, día a día.
Benditos, porque gracias a su alquimia secreta mi pequeña ha crecido sana, fuerte, increiblemente sensible, bellísima.
Benditos sean esos pechos.
Benditos sean.