martes, 29 de marzo de 2016

El Color del Verano

Una fiesta. Una fiesta enloquecida, absurda, excesiva, alucinada, sexual, mariconsísima, es la novela de Reinaldo Arenas, el escritor cubano exiliado en Estados Unidos que se suicidó a los cuarentaisiete años, justo mi edad. Una fiesta también de la palabra, que Arenas hace brillar, incandescente. Pero también una fiesta envenenada, porque atrás de tanta pinga descomunal y tanto bollo, atrás de tanta templadera, mamadera y singadera hay una crítica mordaz y despiadada a una tiranía que se hunde, hay un dolor profundo por la propia patria, una rebelión imposible de callar, una rabiosa forma de venganza.