sábado, 21 de septiembre de 2013

Debut

"Señoras y señores, niños y niñas -dijo el anunciador con voz engolada- con ustedes, el Rey Absoluto del Espectáculo, su Majestad: ¡El Circo!". Las luces se apagaron y empezó esa vieja magia. La Pequeña Otra no perdía ni el más mínimo detalle, absorta, boquiabierta, hipnotizada. Ese mundo de colores, irreal y hermoso entraba por sus ojos y anidaba en algún lugar bien dentro de ella. A media función, me pidió que me acercara para decirme algo al oído. Su voz pequeña y esa cosquilla de sus labios en mi oreja: "Cuando lleguemos a casa vamos a jugar al circo", me avisó. Y yo, Otro, a través de sus ojos enormes, volvía a tener cinco años, volvía a estar en el circo por primera vez.

lunes, 16 de septiembre de 2013

flores en la cabeza

A la Pequeña Otra le dejaron hacer la historia de su familia, así que dibuja diferentes momentos familiares. Llega el momento de hacer la boda de sus papás y nos dibuja con trazos precisos, mirándonos uno a la otra. "¿De qué color eran sus vestidos?", pregunta. Blancos los dos, le respondo; así que nos pinta de blanco. "¿Qué más?", vuelve a preguntar. Le digo que mamá llevaba unas flores en el pelo. "¿Flores?", la cosa le parece extraña. Si, le digo, unas flores pequeñas en el pelo. Entonces dibuja sobre la cabeza de la mamá un gran cuadrado rojo. Yo no entiendo, así que pregunto: ¿y ese cuadro? La Pequeña Otra responde sin la menor duda: "Pues es la maceta".

martes, 3 de septiembre de 2013