miércoles, 30 de abril de 2008

Domingo en Santo Domingo


Y entonces, fue la musica.
La que de tan conocida nos deja una memoria a chocolate y pan de yema.
La sutil y alada, la que podría quebrarse, la que sabe volar pájaramente.
La solemne y profunda, la que el coro convierte en una ola majestuosa que estalla en nuestro pecho.
La balcánica y gitana, la que desde un pueblo remotísimo nos hace bailar a puro brinco.
La que reune a todos esos Otros que me alegran la mirada con rastas y colores y tatuajes.
La que sube a la tierra y baja al cielo.
La que convocada por el grito jubiloso de Goran Bregoviç hizo jugar al alma, hizo llover al cielo, hizo bailar a Lía e hizo temblar la tierra

sábado, 26 de abril de 2008

su voz


¿Qué tiene su voz que por momentos me deja sin aire, como colgado de un hilo transparente?
¿Qué tiene su voz que toca un lugar de mí para mí desconocido?
¿El rumor antiguo de Guadalquivir?
¿La última mirada que el moro echa a la tierra que fue suya y de sus padres y de los padres de sus padres y de los padres de éstos y en aquel momento abandona para siempre?
¿Cómo es que tiene al mismo tiempo el más íntimo de los trinos y la más arrebatada ráfaga de rocas?
¿Qué tiene la voz de Enrique Morente?
¿Qué?

viernes, 18 de abril de 2008

Alla y aqui


Allá el vacío absoluto
la nada en que se abisma
la sombra de la muerte
su espada
su jauría.

Aquí el calor del surco
besando a la semilla
la sed de las raíces
el agua que se filtra

aquí la luz más pura
su vocación de espiga
y el tiempo que entretanto
se enreda y ensimisma

aquí mi compañera
calladamente tibia
las alas de sus ojos
la tarde que se inclina

no hay nada que no cante
nuestra unidad perdida
aquí la vida toda
aquí sólo este día

y Lía y Lía y Lía

y Lía

y Lía

y Lía

domingo, 13 de abril de 2008

Entre ellas 2

"Tengo la sospecha de que comenzaste a escuchar.
Y lo imagino porque me entraron unas ganas locas de cantar"

(Mi Otra, el 15 de enero)

miércoles, 2 de abril de 2008

entre ellas


Las miro desde lejos, emboscado tras el azul de mi silencio.
Ellas.
Algo se traen entre manos, algo esconden.
Algo se dicen a través de palabras y silencios, a través de cuentos y de arrullos, de naranjas, de hierbitas verdes, de estambres, de duendes y lloviznas.
En cuanto vuelvo la cara se hacen guiños cómplices. Se ríen.
Se tocan, se vuelven pececitos jugando en la tibieza.
Se trinan, se acunan, se contemplan.
Viven en un espacio solo de ellas, en donde a veces soy un invitado absorto. Asomarme es como entrar en una gota de ámbar.
Cuando estoy a punto de dormirme escucho el murmullo suave de sus risas, el breve aletear de un pajarito, sus palabras contándose secretos...
Algo se cantan y se cuentan.
Ellas.