viernes, 23 de abril de 2010

Saudade


Con perdón de mi Otra y de la pequeña Otra, debo confesar que me encuentro, una vez más, enamorado.
¿Qué se le va a hacer? Hay cosas que son más fuertes que yo.

Ella es una mezcla de ángel, trino, mujer y saudade.
Se llama Mariza, es portuguesa y canta fados.

Primero, escuche su canto. Y era la belleza. Luego vi su fotografía. Y era la belleza. Hace poco encontré unos videos de su concierto en Lisboa en el 2006.
Fue como si me tocara un alma que no sabía que tenía, pero que allí está.

Casi al final del concierto, cantando "O gente minha terra", una hermosísima canción, tiene que detenerse porque las lágrimas no la dejan seguir. Llora un largo rato. Luego, vuelve a cantar y entonces me doy cuenta de que yo también estoy llorando

sábado, 3 de abril de 2010

Aprendiendo a ver


Un león dando vueltas como Heidi.

Así como lo oyes Otro; eso que ves allí y que tiene la Pequeña Otra en sus manos es ni más ni menos que eso: un león que dá vueltas como Heidi.
Al menos eso dijo ella en cuanto lo vió, allá en El Chico, que es algo así como nuestro paraíso.
¿Aún no lo ves?... Yo tampoco. Pero sigo intentándolo.