domingo, 6 de diciembre de 2009

Milorad Pavic


"Quizá sólo seamos las raíces de las almas que van a brotar de nosotros. Quizá tu alma esté encinta y dé a luz un día a la mía, pero antes, ambas deberán recorrer el camino que les está determinado..."

Me entero tarde de su muerte. Ya hace seis días que el mundo está sin usted, sin su bigote generoso y su modo mágico de ver la realidad y de contarla.

¿Leyó mis palabras traducidas al serbio? ¿Será verdad que alguna vez, aburrido quizá, leyo la torpeza con que intenté llamarlo?

No más cazadores de sueños, no más princesas jázaras, ni demonios disfrazados. No más tus intentos maravillosos para lograr que la literatura se enrede con la realidad y la transforme.

Nos veremos en los sueños que no recordaré al despertar, maestro.

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