jueves, 8 de noviembre de 2012
ser cuerpo
De pronto, otro, fui nada más que un cuerpo. Y un cuerpo dolorido, para peor. Un cuerpo al que desnudan, voltean, miran, miden, inyectan, cortan, zurcen, limpian, cargan, introducen sondas, evalúan... Un cuerpo que sangra y se queja y se desgarra, que espera como si no tuviera voluntad. Y en medio de eso, de pronto, el recuerdo de mis Otras -la grande y la pequeña- y entonces, aún en esas condiciones, vuelvo a tener alma y nombre y vuelvo a ser quien soy.
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