viernes, 16 de agosto de 2013
Mr. Gwyn
"De lo que somos capaces, pensó. Crecer, amar, tener hijos, envejecer -y todo esto mientras también estamos en otro lugar, en el largo tiempo de una respuesta no llegada, o de un gesto no terminado. Cuántos senderos, y a qué paso diferente los remontamos, en lo que parece un único viaje". Y yo, aún habitando un tiempo lento y distinto al cotidiano luego de leer de nuevo a Alessandro Baricco, temblando mientras espero de que se apague la última Catalina de Medicis. Su novela es delicada y profunda, bellísima. Me reconcilia con algo mío y me hace seguir deseando dedicarme al extraño oficio al que me dedico: acompañar a otros a volver a casa".
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