lunes, 13 de enero de 2020

Nefando


Otra vez Mónica Ojeda. Apenas 31 años pero una valentía para ir a la oscuridad y una capacidad para recrear el lenguaje que asustan.
Su novela es un clavado al horror, a la locura, a aquello que quisiéramos que fuera imposible pero no lo es, está todo el tiempo mostrando los colmillos. Y allá se lanza: el abuso sexual, la pornografía infantil, la violencia. ¿Como se puede contar eso, y aún allí hacerlo con una belleza sobrecogedora? Lo hace, aunque para hacerlo tenga que inventar palabras, intentar metáforas suicidas, desgarrar el lenguaje.

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