domingo, 29 de junio de 2008

Llegada


Su llegada, para mí
no tuvo nada de sublime.
Fue, sencillamente
una batalla.
Una batalla en la última frontera.
Una batalla cruel sin enemigos.
Una batalla a muerte con la vida.

Hoy sé que en el inicio
no somos angelitos.

No, qué va.

Somos guerreros.

3 comentarios:

Ingrid dijo...

Tus letras, como siempre, erizan mi piel... la imagen, simplemente me hace sonreir y alegra mi corazón.

Guerrera hija de guerreros, de seres humanos maravillosos.

¡Felicidades!

Hummingbird dijo...

Fue una guerrera desde el principio, desde su manera de ganar tu corazón e inundarlo de aguaceros.

¡Felicidades, Lía, por esta batalla ganada!
¡Felicidades a tu Otra por haber sido parte de esta batalla ganada!
¡Felicidades a tí, por la bendición de haber sido testigo de semejante batalla!

De nuevo, ¡bienvenida, Lía!

(Gracias por compartir esta foto, ¡¡tu beba es hermosa!!)

Marciana dijo...

No, no somos angelitos...
y sin embargo la miro y tiemblo, la miro y el silencio (que es mi abrazo más hondo) me inunda.
La miro y sé que es parte de ti y tiemblo, la miro y sé que es una guerrera de ojos grandes y tiemblo..
tiemblo y tiemblo y tiemblo...
la miró y tiemblo. y una lágrima se escapa y tiemblo: es TÚ hija, hija tuya y de tu otra...
y tiemblo...
y mi corazón que es chiquito (porque soy chiquita) encuentra espacio para crecer con sólo mirarla.