viernes, 3 de enero de 2014

Louise Bourgeois

"En mi vida diaria me identifico con la víctima, pero en mi obra soy una asesina", escribió Louise Bourgeois. Yo entro en su mundo sin conocerla ni conocer su obra. Un rato después me siento sumergido en una experiencia sobrecogedora y extraña. Es (fue) de esos artistas que me atrapan, siempre en una frontera indefinida, ambiguos, abiertos a múltiples miradas. Muchas veces, caminando entre sus obras, en Bellas Artes, no sé lo que siento, porque todo se mezcla y confunde. ¿Lo que miro es bello u horrendo? ¿Tierno o crudo? ¿Delicado o violento? Es todo eso a la vez. Todo el tiempo me siento atraído y un poco asustado, desubicado, atento. La madre, lo femenino, el abrazo recibido, el abrazo imposible, las heridas, la memoria... Un espacio perturbador donde lo que acoge destruye. ¿Un refugio? ¿Una prisión? Como suele ocurrir con el mejor arte, no hay respuestas.

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