domingo, 22 de marzo de 2020

Las madres negras.


Escribir sobre lo maligno, sobre la crueldad, sobre aquello que duele. Una casa que es un laberinto oscuro. Monjas que han creado un hospicio para huérfanas que en realidad es un lugar de tortura, un sitio para destruir la inocencia. Cada capítulo la historia espantosa de una niña abandonada que no existe en ninguna época porque los tiempos se  entremezclan. A cada niña se le arrebata, primero, el nombre. Cuando parece que no hay alguien más cruel que Priscia, la madre superiora, aparece el personaje de Dios, un ser misógino, lujurioso, violento, ambicioso, terrible; y también, inolvidable.
La prosa de Patricia Esteban es hermosa y afilada. Una novela que no da tregua.

No hay comentarios: