Aleksy odia a su madre, la detesta, le produce asco. Hace todo lo posible por estar lejos de ella. Y es que cuando murió su hermana, siendo niña, la madre se sumió en la depresión y se olvidó de Aleksy.
Decide acompañar a su odiada madre a unas vacaciones de verano solo porque ella le dará algo a cambio, pero al estar allí se entera que la mujer tiene cáncer y que esas serán sus últimas vacaciones.
La novela de la rumana Tatiana Tibuleac cuenta la historia de dos personas muy lastimadas que aprenden a mirarse de nuevo con un humor y una ternura conmovedoras. Sus metáforas sorprendentes, los personajes que rodean a estos dos seres perdidos, la brutalidad de la vida que a veces nos hace pedacitos. Hermosa y sutil.
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