Cuando un escritor te lleva a ese lugar temido. Cuando te hace sentir frágil y sin escapatoria. Cuando no tiene piedad.
Philip Roth cuenta una historia trágica con ese modo de contar que no te suelta. Una epidemia de polio en una época en la que no hay vacuna, ni tratamiento ni saben con claridad del modo de contagio. Una enfermedad que se ceba en los niños, que los deja discapacitados o los mata. ¿A dónde huir? ¿Dónde esconderse?
En medio de ese pequeño mundo aterrorizado, Bucky Cantor, se enfrenta a la culpa y la vergüenza. No pudo ir a la guerra por su miopía, así que no le queda más remedio que cuidar de los niños de su barrio. Pero también de allí huirá. ¿Es Bucky la flecha capaz de matar? ¿Es quien lleva la enfermedad de un lugar a otro? La novela de Roth es una historia de la inocencia destruida, de lo impotentes que somos, de la culpa que no cesa.
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