viernes, 12 de diciembre de 2008

La mirada y el regalo


El regalo se lo hizo Hilda, mi amiga, a la pequeña Otra.
Lo encontró en la novela de Ángeles Mastretta, Mal de Amores. Cada palabra es bella como es bella la mirada que supo descubrirlas y la generosidad se su regalo.

"Niña-dijo Milagros con la solemnidad de una sacerdotisa- yo te deseo la locura, el valor, los anhelos, la impaciencia. Te deseo la fortuna de los amores y el delirio de la soledad.
Te deseo el gusto por los cometas, por el agua y los hombres.
Te deseo la inteligencia y el ingenio.
Te deseo una mirada curiosa, una nariz con memoria, una boca que sonría y maldiga con precisión divina, unas piernas que no envejezcan, un llanto que te devuelva la entereza.
Te deseo el sentido del tiempo que tienen las estrellas, el temple de las hormigas, la duda de los templos.
Te deseo la fe en los augurios, en la voz de los muertos, en la boca de los aventureros, en la paz de los hombres que olvidan su destino, en la fuerza de tus recuerdos y en el futuro como la promesa donde cabe todo lo que aún no te sucede.
Amén".

2 comentarios:

Hummingbird dijo...

Encuentro mi nombre en este espacio tan tuyo y mi corazón salta por el halago.
Leo que mi mirada es para tí un regalo generoso y mis ojos se llenan de lágrimas.
Vuelvo a leer las palabras que miré justas y exactas para tu pequeñita Otra y me siguen pareciendo especialmente escritas para ella.
Leo mi nombre, leo las palabras que descubrí para tu pequeñita, y me siento agradecida por tener un lugarcito aquí. Y me siento aún más agradecida porque al nombrarme y al nombrar mi regalo, nombras también mi afecto, mi vínculo con ustedes, y de cierta forma también nombras tu afecto hacia mí.
Te quiero, y justo por eso quiero especialmente a tu pequeña Otra, y también a tu Otra.

Annabel dijo...

Tu nenita tiene un disco de nanas en mi blog. En la última entrada.
Espero que os guste.
Os deseo unas felices fiestas de Navidad.