sábado, 28 de febrero de 2009

milagro


Es un pequeño ciprés lleno de flores moradas.

Curioso, sí. Porque los cipreses no tienen flores.
Está en el pequeño jardín trasero de aquella casa. A unos pasos de él, una hermosa jacaranda que suavemente le llueve sus flores cada vez que el viento sopla.
Un ciprés florido.
No podría ocurrir si estuvieran lejos.
Un pequeño milagro que sólo es posible por estar tan cerca.

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