viernes, 25 de septiembre de 2009

Ofrenda Cuarta


La Pequeña Otra empieza a dar sus primeros pasos firmemente agarrada a la mano de mamá o de papá. "Mano", dice, y es un modo de pedir que la ayudemos a emprender el titubeante camino, pasito a paso. Desde esta novedad, va la cuarta de mis ofrendas.


Todos los caminos, hija, todos.
Los que vienen, los que van,
los intrincados,
los que te lleven donde no imagino,
los que consuelen a tus pies cansados,
los que te traigan hasta mí
y los que te alejen,
los que nadie nunca antes, los soñados,
y los comunes también, los más sencillos,
los que te ensucien de lodo los zapatos.

La arena húmeda, la hierba, los confines,
la cuerda floja, las orillas y los charcos,
cada sendero y cada laberinto,

la tierra entera para besar tus pasos.

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