martes, 19 de octubre de 2010
El Ministerio del Dolor
"De todo lo que nos ha ocurrido se sale de tres maneras: como mejor persona, como peor persona o como Uros, con una bala en la sien. No sé cómo están las cosas conmigo, sólo sé que he logrado evitar la bala" (Ugresic)
¿Es la memoria un consuelo o una condena? ¿Un bálsamo o una herida?
¿Cómo se hace para vivir en un país que no es tu país, en una ciudad que no es tu ciudad, en una casa que no es tu casa, cuando tu verdadero país ya no existe y tu lengua materna fue rota en pedazos? ¿De dónde eres entonces? ¿Qué te queda? ¿Quién eres?
Esas son las preguntas a las que se enfrenta una maestra de literatura y sus alumnos. Viven en Amsterdam pero vienen de un país que dejó de existir a fuerza de guerra y de dolor. Son serbios, croatas, bosnios, macedonios... Todos llevan un país en ruinas a la espalda y "una bofetada invisible en el rostro".
Y yo, nuevamente me siento atraído por una historia y una cultura tan lejana y que gracias a Petroviç, a Paviç, a Stanisic, ahora a esta novela de Dubravka Ugresic se me hace próxima y querida.
"¿Y si el regreso era, en efecto, la muerte, quedarse era la derrota y sólo el instante de la partida era la única libertad real que nos había sido dada?"
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