domingo, 17 de febrero de 2013
Entre las ramas
Me aíslo, Otro, ya me conoces. Me retiro a donde no haya gente anhelando un poco de silencio. Parece que nadie me importa, o casi nadie. Parece que tampoco me importas tú, que huyo de ti. ¿Cómo decirte? Quizá este fragmento de la novela de Nicole Krauss te ayude a entender. A mí me ayudó: "Murió en un árbol del que no quiso bajarse. "¡Baja!", le decían. "¡Baja! ¡Baja!" El silencio llenaba la noche y la noche llenaba el silencio, mientras esperaban que Kafka hablara. "No puedo", dijo al fin con una nota de tristeza. "¿Por qué?", gritaron ellos. Las estrellas se esparcían por el cielo negro. "Porque entonces dejareis de preguntar por mi".
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