Hace pocos años, Carolina mi amiga me regaló un libro. "Desde que lo empecé a leer supe que era para ti -me dijo-. Es tuyo. Hay unas páginas que están escritas como para ti". Me las mostró, eran unas pocas páginas. En ellas se narraba el encuentro de unos soldados israelíes con una prostituta portuguesa llamada María. Ella siente especial ternura por uno de esos jóvenes soldados, el que parece más tímido. En esas pocas páginas se cuenta esa experiencia y la opinión del padre y de la madre de aquel joven soldado. Mientras leía los últimos párrafos no dejaba de llorar. Tiempo después leí esas mismas páginas a una amiga, y de nuevo terminé llorando. Aún hoy, no puedo leerlas sin sentir un nudo en la garganta. Pocas páginas me han conmovido tanto. Ni siquiera sé explicar por qué. Las escribió Amos Oz en su bella y extraña novela El Mismo Mar, sin duda una de mis favoritas.
Hoy murió este entrañable escritor israelí. Sus novelas son un canto a lo humano y una constante rebeldía contra toda forma de fanatismo.
Gracias maestro.
viernes, 28 de diciembre de 2018
miércoles, 21 de noviembre de 2018
Cincuenta
¿A dónde quedó lo que iba a ser, lo que me dije? / ¿Cuántos yos que pude ser nomás no fueron? / ¿Hasta qué nube llegarán mis promesas no cumplidas? / ¿Qué se hace con las plumas de las alas desplumadas? / ¿Por qué ya nunca nunca digo siempre? / ¿Qué fue de la verdad que nunca vino? / ¿Cómo es que la belleza todavía? / ¿Cómo es que el fuego, la noche y el silencio? / ¿Es el misterio que me abraza o yo lo abrazo? / Hay otras mil preguntas que me nacen / pero sólo tú y tú son la respuesta.
martes, 20 de noviembre de 2018
Pañuelos verdes
Las cosas cambian. Cambian las ideas, las creencias, las certezas. Hay algo extraño y hermoso en ver a la pequeña Otra con un pañuelo verde en el cuello, marchando a favor de la despenalización del aborto en Argentina. Interesante explicarle a una niña de 10 años qué es un aborto elegido y por qué no puede penalizarse. Lo comprende, le parece justo. Está presente.
sábado, 10 de noviembre de 2018
martes, 11 de septiembre de 2018
Tercera llamada...
Y entonces la pequeña Otra está allí, en escena, concentrada, divertida, presente. Fueron las primeras ocho funciones de una propuesta teatral arriesgada e intensa: Yo es eso que no soy. No hay palabras, ni anécdota ni personajes. Hay el cuerpo fuera de sus esquemas conocidos, hay sonidos que nunca se convierten en palabras. Hay otros cuatro actores, adultos, que alcanzan niveles de intensidad que tocan al espectador. Y ella allí, actuando entre ellos, venciendo su introversión, a veces conmoviendo al público. Su gozo al bajar a los camerinos, al modificar detalles, al recibir aplausos. Mi gozo al mirarla.
martes, 24 de julio de 2018
Conocimiento del infierno.
Lobo Antunes, Lobo Antunes, Lobo Antunes. Vuelvo a él. Vuelvo a sorprenderme de esa mezcla perfecta entre técnica, poesía, hondura humana. Esta vez me lleva de la mano a un mundo que conoce bien (fue psiquiatra): el de el hospital psiquiátrico y sus pobladores. No sólo los enfermos (¿Son enfermos?) sino también los médicos encargados de ellos. Tierna la mirada hacia los pacientes, despiadada la mirada hacia los doctores. ¿Qué es la locura? ¿Llegan locos o allí enloquecen? La violencia aceptada de los medicamentos y de las terapias, el dolor, el miedo, la vida que se diluye poco a poco. Pero como siempre en Lobo Antunes, es imposible narrar de qué trata el libro, porque el fondo y la forma son lo mismo, porque su prosa es como un canto tristísimo y al mismo tiempo hermoso. Maestro siempre, inalcanzable.
La débil mental
Brutal y poética a un tiempo. Quizá esa es la magia que logra Ariana Harwicz en esta pequeña novela que no te da respiro. Lo sórdido, lo oscuro, la desgarradura del deseo, el sexo que llena y deja un hueco insaciable. La hija y la madre que no dejan de mirarse, que se aman y se odian al mismo tiempo, que se escudriñan y se reflejan. Un río de palabras que se va acelerando hasta despeñarse. Eso: brutal y poética.
domingo, 24 de junio de 2018
10 años
Cómplice, amiga, rival, miedo, risa, ternura, juego, espejo, ventana, laberinto, agua tibia, luz, misterio.
Hoy sus 10 años.
miércoles, 23 de mayo de 2018
Philip Roth
Philip Roth. Pocos escritores me han conmovido tanto. Agudo y profundo. De la melancolía de El Animal Moribundo a la brutalidad de El Teatro de Sabath. Del dolor de Patrimonio a la desesperanza de Pastoral Americana. Un escritor que no dejó de hacer una crítica despiadada al sueño americano y una reflexión sobre el sexo. Murió ayer y lo extraño ya.
viernes, 13 de abril de 2018
sábado, 7 de abril de 2018
Guerra.
La pequeña Otra tiene 9 años. Crece, cambia, permanece. Desde hace unas semanas me invita a la guerra. Lo noto en su mirada, en su media sonrisa: está lista para entrar en combate. A veces nos acercamos lentamente y otras, la lucha inicia de pronto, con un lance sorpresivo. Hunde su nariz en mi cuello y yo en el suyo. Y olemos, rápida, intensamente, como para acabarnos el olor del otro. Me pierdo en esa delicia, en eso que es sólo suyo, dulce y tibio, fresco, tierno. Yo juego a quitarme, queriendo en el fondo que esa hermosa guerra, "la guerra de olisqueadas", como ella lo llama, no termine nunca, nunca, nunca.
Bianco su bianco
Dos personajes en escena. La historia que nos cuentan, una historia sencilla y por momentos dolorosa: un niño lastimado que calla, un niño que encuentra quien lo abrace, que se sana con la lluvia. La muerte. Un amor sencillo, frágil, vivo. La desconfianza, la confianza. La enfermedad. El pequeño amor que combate la cercanía de la muerte. La música que a veces llena todo, la mágica danza de las luces. Esa melancolía llena de risa que sólo he experimentado en las obras de Daniele Finzi. El teatro de la caricia, como él lo llama; que sí, de nuevo me toca tan suavemente.
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