martes, 23 de septiembre de 2008
ofrenda primera
Para tus ojos ávidos, el mundo
los mil colores que viven en el verde
la luna que es de nadie y es de todos
el viejo sabio y rojo que es el fuego
Para tus ojos límpidos, el mar
el impasible azul del ancho cielo
lo enorme y también lo diminuto:
el musgo, el caracol, la catarina
Para tus ojos, hija, la belleza
la perenne y la fugaz, también la humana
el arte, las galaxias, las ballenas,
la piedra, el gato, el sol, las catedrales
Para tus ojos, el milagro de los rostros
sus sonrisas, su historia, sus arrugas
su dolor para encenderte rebeldías
su ternura para abrirte las ventanas
Para tus ojos infinitos, el encuentro
la desnudez que es siempre única y primera
y a su tiempo, otros ojos que se asomen
deslumbrados al misterio de tus ojos.
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3 comentarios:
Para tus ojos, chiquita, mi asombro
ese asombro con el que a diario te pienso
y con el que imagino todas las cosas que vas descubriendo por primera vez.
Para tus ojos, mis ojos maravillados,
maravillados ante tu mirada, ante la forma en la que tu rostro ha ido cambiando y a la vez permanece igual.
Para tus ojos, mi mirada llena de amor.
Para tus ojos, mis ojos transparentes.
¿Y si te digo que los míos se han aguado al leer esta declaración de amor?
Precioso, sencillamente precioso. Esta niña ¿cómo no te va a querer?...
Mis deseos de que esa unión que se deja ver entre vosotros tres sea para siempre.
muy interesante tu blog, te invito a que visites el mío. http://carmeli74.blogspot.com
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