lunes, 25 de abril de 2011

Gonzalo Rojas


El 28 de octubre del 2007 me enteré de que la pequeña Otra ya habitaba el vientre de mi Otra. El día 29 elegí sus palabras, poderosas y deslumbrantes, para anunciarlo en este espacio. Palabras relámpago en la oscuridad, palabras ráfaga de vida.
Su poesía es intensa y profunda, a veces loca, a veces de aire, a veces de piedra, a veces de fuego.
Murió hoy a los 93 años.
Adiós, poeta.

"Por mucho que la mano se me llene de ti
para escribirte, para acariciarte
como cuando te quise
arrancar esos pechos que fueron mi obsesión en la terraza
donde no había nadie sino tú con tu cuerpo,
tú con tu corazón y tu hermosura
y con tu sangre adentro que te salía blanca,
reseca, por el polvo del deseo,

oh, por mucho que tú hayas sido mi perdición
hasta volverme lengua de tu boca,
ya todo es imposible.

Hubo una vez
un hombre, una vez hubo
una mujer vestida con la U de tu cuerpo
que palpitaba adentro de todas mis palabras,
los vellos, los destellos;
de lo que hubo aquello
no quedas sino tú sin labios y sin ojos,
para mí ya no quedas sino como la forma
de una cama que vuela por el mundo".

1 comentario:

Victoria Heitzmann dijo...

Leí a Gonzalo Rojas en uno de mis viajes a Méjico y me entusiasmó. Volveré a sus poemas. Y el que has puesto en tu post es bellísimo.
Un abrazo
Victoria