domingo, 31 de julio de 2011

Eliseo Alberto (1951-2011)


"Le habían torpedeado el corazón. Antes de naufragar para siempre,después de haber estado tantas veces a punto de hundirse en la alta mar de la vida, decidió liberar las palomas. Haciendo un alarde descomunal, logró quitarse la pajarera y romper las portezuelas de la jaula. Lo último que vieron los ojos miopes de Blas, empañados por las lágrimas, fueron aquellas palomas que huían como su alma hacia el reino de los cielos".
(Eliseo Alberto)

Alguna vez, te dí la mano y te dije: Gracias por tanta belleza. Tú, Eliseo, apretaste la mía, y me pareció que tus ojos, ya de por sí tristes, se humedecían. Gracias, me dijiste con una amplia sonrisa.
No sabes que he recurrido a tus palabras en momentos importantes de mi vida. No sabes que tuve que "robarme" tus palabras cuando acababa de nacer mi hija.
Es curioso que uno pueda querer a alguien con solo leerlo, pero así me ocurrió contigo, desde que me desnudaste a tu Cuba herida en el "Informe contra mí mismo".
Pocas historias de amor me han parecido tan hermosas como "La eternidad por fin comienza un lunes". Y cada libro tuyo ha vuelto a enseñarme el silencioso poder de la ternura.
Me enteré que hoy moriste en mi país, que es el que elegiste para quedarte.
Te voy a extrañar, Eliseo.

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