sábado, 12 de enero de 2008
Un barco abandonado
Volviendo de las Islas del Rosario hacia Cartagena de Indias, la lancha en que viajábamos pasó por un canal estrecho y muy poco profundo. En la orilla, encayado en la arena, apareció el cascarón de un viejo barco. Oxidado, vacío y abandonado. Parecía haber llegado de Macondo ¿Qué hacía ese barco en ese lugar sin nadie? La velocidad de la lancha me impidió fotografiarlo. Cuando saqué la cámara ya era demasiado tarde. Sin embargo, la imagen de ese barco me sigue acompañando. Si no pude fotografiarlo, pensé, lo guardaré con la palabra. Así surgieron estos versitos...
Encayado y en un limbo sin gaviotas
vencido ya, desnudo, abandonado
nostálgico del mar que navegaste
refugio clandestino de borrachos.
Qué puertos bulliciosos te arrullaron?
qué ciclones venciste?, qué tormentas?
qué memorias conservas?, qué rumores?
escuchaste alguna vez a las sirenas?
Yo me alejo, navegante de mis días
con un céfiro propicio que me acuna
pero sé cuando te miro, que me miro
en un próximo mañana sin espumas
un mañana en que mis brújulas se callen
y termine mis andanzas, encayado
yo también en ese limbo sin gaviotas
vencido ya
desnudo
abandonado
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Admiro tanto tu capacidad de convertir una imagen en palabras que dicen tanto, que casi cantan.
¿Qué sirenas habrás escuchado, o qué memorias conservarás cuando tus brújulas se callen?
Publicar un comentario