viernes, 18 de julio de 2008

suspiro

Hoy, ni el chupón...

3 comentarios:

Annabel dijo...

Ah, recuerdo esas situaciones y pueden llegar a exasperar al padre/madre más comprensivo y amoroso. Paciencia, y más amor, y todo el contacto piel con piel posible, hacia esa criaturita que se está aclimatando a vivir fuera del cuerpo de su madre.

Marciana dijo...

Es extraño el lenguaje del silencio, sin duda, pero más indescifrable a ratos el lenguaje de un llanto que no para, que no para porque está diciendo algo que quien sabe qué sea y aún no hay palabras: tengo hambre, tengo sueño, tengo uno de esos que llaman cólicos, o quizá simplemente dice "papá quita esa cara, sólo estoy platicando". Es extraño el lenguaje del silencio, pero más extraño aún el de un llanto hondo cuando aún faltan las palabras, supongo que en esos momentos, es cierto: no hay más que suspirar.

Marciana dijo...

Y bueno, por si entre suspiro y suspiro queda tiempo para algo, encontré en un blog transcrito el texto de Pablo sobre la Melancolía, te mando el dato por si tienes chance de verlo: la dirección del blog (llamado "Lo Cursi") es patriciasanchezaramburu.blogspot.com. Un abrazo y gracias por la estremecedora, conmovedora y verdaderamente bella imagen que me regalaste al permitirme mirarte arrullar a la HERMOSA Lía...