domingo, 28 de octubre de 2007

El asombro


"Cuando me canse la rutina
de que me ultrajen y me roben
cuando me canse de esta ruina
me mudaré a la luna joven"
(Benedetti)

Eran poco más de las ocho de la noche del viernes cuando llamó Mercedes. Su mensaje concreto: "Asómate a ver la luna". Intenté hacerlo desde la ventana de mi departamento y fue imposible. Hacía frío. Yo buscaba mi chamarra que tiene la costumbre de aparecer donde menos se le espera, así que ahora la empiezo a buscar por donde es menos probable que esté.
Entonces llegó un mensaje a mi celular. Mi Otra, desde Sinaloa, con unas palabras brevísimas: "Mira la luna".

Trato de subir a la azotea del edificio, pero la puerta está cerrada. Salgo a la calle, la busco, se me esconde, inaccesible. Alcanzo a mirar -¿a sentir?- su azul resplandor. Camino más de prisa por las calles, buscando un lugarcito entre los edificios, los anuncios y los cables. Aparece y desaparece, me hace un guiño, se oculta, me seduce, se esfuma...

La encuentro al fin: asombrosa, hipnótica, cercana, maternal. Dejo de respirar, los ojos húmedos ¿de frío?, el corazón cabalgando. En lo alto, dejándose mirar y mirando desde su altura la pequeñez de los hombres.

Vuelvo a casa temblando de frío -no encontré mi chamarra-, temblando de luna, lunático yo. Y al cerrar la puerta, agradezco profundamente a mis Otros, a esos Otros que en la distancia no pueden contemplar la belleza sin compartírmela. Agradezco su sencillo y amoroso gesto de tomar el teléfono y llamarme. Compartirme el asombro y la luz. Compartirme SU asombro y SU luz al decirme, sencillamente: "Mira la luna"

3 comentarios:

Hummingbird dijo...

Vaya que la capacidad de asombro está conmigo a "todo lo que da" en estos dias.

Estoy en constante asombro por lo que no he visto, por lo que no he sentido, por lo que no me consta, pero que sé que sucede dentro de mí.

Sí, el asombro puede ser avasallador (al menos para mí), y quiza compartirlo sea una manera de "acomodarlo" un poco.

Hoy comparto contigo mi asombro, y me ayuda...

Claire dijo...

Y me contagias de tu asombro, siempre me contagias algo que me enriquece. Gracias!

Marciana dijo...

Camina despacio, busca un espejo, respira profundo, cierra los ojos y abrelos después de un momento, mira el reflejo,dejate abrazar por el asombro de tu reflejo...